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Cuando la innovación es más que simple tecnología…

¿Conocéis los adminículos que la empresa Lékué hace para cocinar? Desde luego que se necesita un buen proceso de fabricación para hacerlos bien. Pero Lekué se ha convertido en una referencia en innovación porque sus productos emocionan. Permiten una “experiencia Lékué” en la cocina. Los colores, las formas, las texturas… Es una propuesta diferente, altamente creativa.

Hay miles de empresas que innovan en aspectos que van más allá de la tecnología. Por eso me enfado cuando los periódicos y los políticos hablan de innovación y la asocian casi en exclusiva al desarrollo tecnológico. ¡Bienvenida la innovación tecnológica! No tengo absolutamente nada en su contra, al contrario. Pero hay vida más allá de la tecnología.

¿Conocéis la empresa Zappos? Vende on line zapatos, ropa y complementos. Es una organización admirada en todo el mundo porque ha hecho accesibles cualquier tipo de zapatos (su especialidad, de ahí el nombre) a sus clientes. Zappos es un éxito porque se basa en el marketing de relaciones: un usuario satisfecho empezará a hablar de las virtudes de esta empresa a sus amistades y contactos. No hay ahí nada nuevo. Pero si este relationship marketing se ve exponencialmente ampliado por la fuerza de las redes sociales, la cosa cambia… La innovación, pues, no está en el producto sino en el valor añadido que la empresa ofrece: máxima lealtad a los consumidores.

Hay muchísimos ejemplos de innovación no tecnológica. De hecho, se puede innovar en casi todo: proceso, servicio, relaciones con los clientes, estructura organizativa… ¿Habéis oído hablar de la empresa californiana Morning Star? Es una procesadora de tomates que se caracteriza por no tener ningún tipo de estructura jerárquica. Cada trabajador, con su camión, negocia internamente sus asuntos y distribuye la mercancía a sus clientes. El management de Morning Star pivota alrededor del concepto de “self management”: cada trabajador se dirige a sí mismo. Una interesante manera de desafiar las aparentemente inmutables leyes clásicas del Management: jerarquías, organigramas, jefes…

Si de verdad queremos salir de esta crisis debemos mentalizarnos de que la innovación está al alcance de cualquier empresa. Se trata simplemente de hacer mejores propuestas, más originales y que añadan mayor valor para los clientes. Pero para lograrlo hay que cambiar en algunas cosas: es imprescindible crear una cultura de innovación. Menos burocracia, menos jefes, más libertad para cometer errores controlados, más formación en filosofías creativas, menos reinos de taifas y barreras departamentales, más capacidad para co-crear con nuestros clientes o consumidores potenciales… Como dice mi amigo Josep Maria Ferrer-Arpí en su magnífico librito “Abecedari per a innovadors”, la innovación puede ser divertida, apasionante…

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5 Comments on “Cuando la innovación es más que simple tecnología…

  • Mariano Vidal
    07 de noviembre de 2013 at 11:45 hrs.

    Buenos días Franc: Una persona que amablemente propone un volcado de jefes como si fuera un camión de la basura que vuelca sus residuos en una planta al uso, que somete a toriles al desventurado Sísifo, que verbaliza la emoción cuando de innovación se habla y que, en palabras de otro, dice que la innovación es cosa de pasión y divertimento, merece ser seguida. Será un placer leer tus posts.

    Un cordial saludo

    Responder
    • Franc Ponti
      11 de noviembre de 2013 at 22:04 hrs.

      Gracias Mariano, intento que la innovación sea poesía, aventura…
      Un saludo,
      Franc

      Responder
  • vicente llaneza
    07 de noviembre de 2013 at 18:32 hrs.

    Así es Franc:
    Es como si nos quisieran “robar” el derecho a innovar a muchos para dárselo a pocos.
    Debemos sentir que innovar está al alcance de todos. Es algo muy satisfactorio. Es el paso de una idea, una ilusión, a una realidad.
    Es salirse de que “las cosas tienen que ser así”.
    Un saludo
    Vicente Llaneza

    Responder
    • Franc Ponti
      11 de noviembre de 2013 at 22:05 hrs.

      Efectivamente Vicente. Es lo que Gary Hamel llama la “democracia de la innovación”. Acabemos ya de una vez con los “creativos” y “los que no lo son”…

      Responder
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